lunes, 9 de marzo de 2015

La Proposición: Capítulo 80

Otros aplausos salieron a través de la multitud cuando Lali se levantó de su asiento. Mientras subía al escenario, Peter se inclinó hacia adelante en su silla.
Él realmente no podía esperar para ver su presentación. La mano temblorosa de Lali tomó el micrófono del soporte. Se aclaró la garganta un par de veces antes de hablar.

—Creo que todos ustedes saben que no he cantado profesionalmente en dos años, así que tienen que creerme cuando digo que solo el amor puro y verdadero pudo subirme a este escenario. Es el amor que siento por Dave, que con los años ha sido como un hermano para mí, y es el amor entre él y su dulce y hermosa prometida, que me hace capaz de cantar esta canción. —Su mirada fue de Dave y a Laura que ya estaban envueltos en los brazos del otro, esperando expectantes a que cantara—. Esto es para ustedes.

El arco de un violín, junto con dos guitarras resonó en el lugar. Peter vio el nerviosismo de Lali desvanecerse en el momento en el que escuchó esos acordes familiares. La sala llena de gente se desvaneció, y para Peter, se convirtió en solo ellos dos. Con los ojos cerrados, dejó que su voz aterciopelada lo inundara. No le importaba si la letra era sobre un vaquero que se llevaba a una mujer lejos de la gran ciudad hasta los espacios abiertos del país. Él solo se centró en el inmenso orgullo que sentía al escuchar su actuación. Cuando terminó, los aplausos y los gritos rugieron a través de la habitación, tan fuerte que punzaban en los oídos de Peter. Lali se ruborizó de un rojo profundo, pero tenía una sonrisa brillante en la cara. Ella hizo una pequeña reverencia.

—Gracias —murmuró.

—¡Ahora canta Sweet Dreams, Lalita Lou! —gritó Félix. Lali sacudió la cabeza con furia mientras ponía el micrófono en el soporte.

—No, abuelito, he cantado lo suficiente por una noche.

Félix pisoteó fuertemente el suelo de aserrín.

—¡Mariana Espósito, tu abuelo quiere escuchar algo de Patsy Cline , así que canta Sweet Dreams !

Peter no pudo evitar reírse por el enfrentamiento entre Emma y su abuelo.

—Oh, oh. La, te está llamando por tu nombre completo. Será mejor que hagas lo que dice el hombre —dijo.

Ella le lanzó una mirada asesina antes de volverse hacia sus primos.

—Asumo que ustedes recuerdan Sweet Dreams.

Dave, quien ya había subido al escenario, levantó las manos.
—Oh no, esto es en a capela, primita.

Apuntándolos con el dedo, Lali dijo:

—¡Solo quiero que sepan que voy a hacerles daño a todos y cada uno de ustedes por esto!

Los chicos se rieron de buena manera mientras bajaban del escenario. Lali se volteó hacia la multitud y señaló con el dedo a Peter.

—Eso va para ti también.

Sonrió.

—Con mucho gusto tomaré lo que quieras hacerme. Ahora haz feliz a tu abuelo y canta.

Cuando Peter miró a Félix, asintió con la cabeza y sonrió hacia él. Tal vez realmente estaba desubicado… o por lo menos su polla lo estaba. Se recostó en su silla y centró su atención en Lali.

En el momento en que Lali comenzó a cantar la vieja canción country, un silencio se apoderó del lugar. Si ella estuvo bien con Cowboy Take Me Away,
ella estaba bateando esto fuera del parque como un gran Slam. Cerrando sus ojos, cantó la letra con tanto sentimiento y emoción que Peter se dio cuenta de las lágrimas de los ojos de varias personas.

El disfrute de Peter comenzó a desvanecerse cuando Lali llegó al segundo verso. Un inquietante adolorido calor entró en su voz mientras cantaba la canción de Patsy sobre nunca usar el anillo de su amado mientras él no correspondiera su amor. Su pecho se apretó de lo mucho que la canción se relacionaba con él y Lali. Se preguntó si ella había tenido dulces sueños sobre una vida con él, una que podría nunca hacerse realidad. Los estruendosos aplausos lo sacaron de sus pensamientos, Lali había terminado de cantar y ahora la multitud estaba de pie aplaudiéndole. Ella se sonrojó y sonrió.

—Gracias —murmuró en el micrófono.

Dave y sus otros primos se unieron a Lali de vuelta en el escenario. Cada uno la abrazó y la besó antes de recoger sus instrumentos. Empezaron a tocar una canción mientras ella se acercaba a él.

—¿Qué te ha parecido? —preguntó sin aliento.

—Absolutamente increíble.

Lali sonrió ante sus elogios.

—¿En serio?

El asintió con la cabeza.

—Fuiste impresionante cuando le cantaste a Mason, pero joder… fuiste tan buena como una American Idol.

Ella se rio y lo besó en la mejilla.

—Gracias. —Después de ver a las parejas en la pista de baile, se volteó hacia él con una mirada suplicante—. ¿Quieres bailar de nuevo?

Él gimió.

—Si tenemos que hacerlo.

○○○
Eran más de las once en el momento en que el último invitado se fue. Gratamente agotado, Peter se arrastró por la ladera hasta la casa. Después de agarrar sus maletas del auto, se unió a Lali mientras seguían a Félix y a Virginia.

—Ahora, Peter, vas a dormir aquí —dijo Virginia, señalando un dormitorio.

Dejó caer su maleta en la puerta. No le llevó mucho tiempo para darse cuenta
de que su dormitorio estaba al lado del de Félix y Virginia. Era una forma de mantenerlo en control. Él le devolvió la sonrisa.

—Parece acogedor. Gracias.

—Lali, tú vas a dormir en el antiguo cuarto de tu madre. —Entonces Félix miró fijamente a Peter—. Justo por el pasillo de nosotros.

Peter cambió una risa por tos. Era absurdo que él y Lali que estaban en sus treintas, fueran tratados como adolescentes.

—Entonces ahora supongo que debería decir buenas noches —dijo. Envolviendo sus manos alrededor de la cintura de Lali, la atrajo hacia él—. Dulces sueños, Lali.

Y aunque él sabía que a Félix no le gustaría, le dio a Lali un beso en los  labios. Ella le sonrió antes de decir buenas noches a sus abuelos. Con un saludo final, continuó por el pasillo. De mala gana, entró a su cuarto y cerró la puerta.


domingo, 8 de marzo de 2015

La Proposición: Capítulo 79

Peter se dio la vuelta para ver a la chica, una muy hermosa, pero que parecía adolescente, sonriéndole.

—Eh, no lo creo.

Sus labios color rubí se fruncieron en un mohín.

—¿Por qué no?

—Primero que nada, estoy aquí con Lali, y segundo, creo que soy un poco viejo para ti.

—Tengo diecinueve. Además, Lali es mi prima, a ella no le importará.

Peter luchó contra el impulso de decir: “¡Por supuesto que le importara!” Incluso embarazada, Lali tenía suficiente fuerza para golpear a Maria hasta el próximo martes por coquetear con él. Con un suspiro de exasperación, levantó sus manos.

—Mira, es muy amable de tu parte preguntar, pero en verdad, tengo que decir que no.

Lali escogió ese momento para volver con la bebé. Los examinó a los dos antes de hablar.

—¿Qué está pasando?

—Yo quería bailar con Peter, pero él no quiere —admitió Maria.

Peter apretó los dientes.

—Y yo claramente le expliqué que estaba aquí contigo.

—Un poco de baile no hará daño —dijo Lali, luego volteo la cabeza hacia él, dándole una sonrisa asquerosamente dulce—. No me importa, si a ti no te importa.

Oh no, ella simplemente lo había vendido a su prima cachonda. Él sabía que ella debía tener algún motivo para hacer esto. Era una manera de clavarle las uñas por no hacerlos una pareja oficial, para demostrar que él estaba más que disponible o algo así. Era eso o simplemente estaba siendo muy paranoico sobre sus motivos.

—Bien —murmuró, al mismo tiempo que Maria lo jalaba de la mano y lo arrastraba a la pista de baile. Por suerte, era una canción movida, por lo que no se vería obligado a acercarse mucho a ella. Él no tenía idea de cómo bailar esa clase de música, y por la mirada divertida que irradiaba el rostro de Lali, sabía que estaba haciendo el ridículo. Peter iba a tener su revancha por esto así fuera lo último que hiciera. Cuando terminó el baile, él forzó una sonrisa.

—Gracias, Maria.

—Cuando quieras, guapo —respondió, dándole una nalgada. Ella le dio un guiño antes de irse con su pandilla de chicas en la esquina.

—¿Qué diablos? —murmuró en voz baja.

—¿Preparado para otro baile, semental? —preguntó Lali.

—Considerando que tu prima acaba de golpear mi trasero, no estoy realmente seguro de ello.

Lali se rio.

—Oh, ¿por favor? Quiero bailar con mi hombre.

La música cambio de movida a una balada dulce. Peter a regañadientes dejó que Lali envolviera sus brazos alrededor de él.

—Lo siento si te molestaste —dijo, mirándolo.

Peter soltó un bufido.`

—Lo que sea. Simplemente no puedo creer que me hayas emparejado de esa manera con ella. Pensé que habría una pelea de gatas cuando nos viste hablando.

Lali rodó los ojos.

—No soy tan celosa.

—¿En serio?

Ella sonrió.

—Además, cuando estaba cambiando a la beba, escuché a algunas chicas diciendo que habían apostado con Maria que ella no tendría las pelotas para bailar contigo. Pensé que debía dejarla ganar a lo grande. Peter echó la cabeza hacia atrás y soltó una risita.

—No puedo creer que hayan hecho eso.

—Eres un hombre mayor bien parecido, ¿por qué no lo harían? —Ella envolvió sus brazos alrededor de él con más fuerza—. Antes, incluso hasta yo
podría haber puesto dinero para bailar contigo. Sus labios acariciaron su cuello.

—Nena, soy tuyo gratis en cualquier momento y en cualquier lugar.

—Uhm, tomaré en serio esas palabras —respondió.

Después de bailar otra canción lenta, regresaron a sus asientos ya que la banda se tomaría un descanso. El cantante, que Lali había presentado como Dave, tomó el micrófono.

—Solo quiero tomar un segundo mientras mis amigos y familia están aquí para hacer un gran anuncio. Ayer, le pedí a Laura, el amor de mi vida, que se casara conmigo, ¡y dijo que sí! —dijo Dave.

Mientras la multitud estallaba en aplausos y silbidos, Peter sintió a Lali tensarse a su lado. Aunque ella tenía una radiante sonrisa en su cara, él podía decir que el compromiso de su primo la molestaba. No tardó mucho en entender por qué. Él sabía que a pesar de que ella estaba encantada por el bebé, todavía quería lo que Laura tenía, amor, compromiso y un brillante diamante en su dedo. Peter se preguntó si él era el hombre que podía darle eso a Emma o si solo estaba perdiendo el tiempo pensando que podía.

—Ahora, me gustaría tomar un descanso durante unos minutos y bailar con mi hermosa prometida. —Su mirada buscó entre la multitud hasta que dio con
su mesa—. La, ¿Harías los honores?

Si Lali se había tensado antes, ahora estaba completamente rígida ante la perspectiva de cantar.
—¡No, no, no! No he cantado en mucho tiempo.

—Eso no es cierto. Tú nos sorprendiste a Mason y a mí con tus dotes vocales hace unos meses —argumentó Peter.

Lali le lanzó una mirada asesina.

—¡Creo que hay demasiada diferencia en cantarle a un bebé para que duerma en la intimidad de mi propio cuarto, que cantar en un lugar lleno de gente!—siseó entre dientes. Luego sacudió la cabeza hacia Dave—. Realmente no podría.
 Una rubia alta y de piernas largas llegó corriendo detrás de ellos. No pasó mucho tiempo para que Peter se diera cuenta de que era Laura.

—¡Oh, por favor, Lali canta Cowboy Take Me Away! Cantabas eso la noche en que Dave y yo nos conocimos.

Peter acercó sus labios al oído de Lali.

—Adelante. Sabes que podrías dejarlos boquiabiertos hasta cuando cantas en la ducha.

Ella se volteó para mirarlo, su boca formaba una perfecta “o” por la sorpresa.

—¿En verdad?

El asintió con la cabeza.

—Está bien, está bien. Lo haré.