CAPÍTULO 11
Durante el día siguiente en el almuerzo, Cande paseó por la puerta del
despacho de Lali y arrojó su cartera sobre el escritorio.
—No me dejes bajo ninguna circunstancia acercarme a las máquinas
expendedoras. Tengo un evento importante en una semana y necesito ensaladas y
apio hasta entonces.
Lali se rio a medias. Su mente aún estaba conmocionada por los
acontecimientos de la noche anterior para involucrarse demasiado en el drama de
la dieta de Cande para el vestido para la boda. Había pasado la noche dando
vueltas mientras su mente giraba con la proposición de Peter. Pero sobre todo
se había mantenido despierta por sus labios todavía ardiendo por el abrasador
beso de Peter. Su cuerpo había dolido por el anhelo la mayor parte de la noche,
hasta que por fin se había rendido y sacado su vibrador del cajón de la mesita
de noche.
Después de dejarse caer en la silla, Cande ladeó la cabeza hacia Lali.
—¿Qué pasa contigo?
—Nada —mintió Lali.
Cande la miró mientras abría su recipiente de Tupperware.
—Basura. Te ves como el infierno.
—Gracias. ¿Voy a asumir que es el estrés de la dieta baja en
carbohidratos hablando, y no estás simplemente siendo intencionalmente una
perra?
—Ja, ja. Parece que estás teniendo una resaca emocional del baby
shower—dijo Cande, a través de un bocado de lechuga.
—No, no es nada de eso. —Garabateó sin pensar en su calendario de escritorio.
A pesar de que no estaba realmente segura de que estuviera lista para decirle
algo a Candela acerca de su noche con Peter, estallaría si no se lo decía a alguien.
Al mismo tiempo, sabía que necesitaba el consejo de su mejor amiga si realmente
iba a tomar en serio su oferta—. ¿Cande?
—¿Hmm? —Candela no levantó la vista. En cambio, miró su ensalada con una
expresión de disgusto—. Sabes, mataría por algún aderezo ranch en estos momentos.
—Tengo que decirte algo.
Candela dirigió la mirada del Tupperware a Lali.
—Oh, mierda. No me gusta tu tono. ¿Qué es? ¿Te van a despedir? No, espera,
¿voy a ser despedida?
Lali agitó su mano con desdén.
—No, no, no es nada de eso. Es solo que... —Tomó una respiración profunda—.
Después del baby shower, bebí algunos tragos con Peter Lanzani.
—¡Oh, Jesús, no lo hiciste! ¡La, te advertí acerca de él! —Candela
apretó sus ojos con fuerza—. Por favor, ¿dime que no se aprovechó de tu débil
estado emocional después del baby shower?
—Dame un poco de crédito —bufó Lali.
Los ojos oscuros de Candela se abrieron.
—Entonces, ¿qué pasó?
Lali procedió a contarle todo a partir de que Pablo apareció y su enfrentamiento
con Peter por su oferta de ADN. Cuando llegó a la parte de concebir
naturalmente, Candela salió disparada de su silla, enviando su ensalada al aire.
—¡Santa mierda, La!
—No dije que sí.
Los ojos de Candela se abrieron como platos.
—¿Y por qué no?
—¿Por qué no? ¡Solo te asustó
hace dos segundos cuando pensabas que había follado con él!
—Esto es diferente. Sé que quieres una relación, un esposo, y Peter Lanzani no es material para esposo. Pero
seguro como el infierno es buen material de polla. —Cuando Lali no respondió,
Candela se inclinó sobre su escritorio—. ¿Realmente, por qué no lo rechazaste?
Lali se negó a mirar hacia arriba.
—Bueno... ya sabes.
—¿Esa es tu respuesta? ¡No puedo pensar en una posible razón para
decir que no! Déjame desglosarlas. Tienes la oportunidad de conseguir lo que
más quieres en este mundo, un bebé, de un hombre inteligente, sano y bien parecido mientras se combina
con un potencialmente alucinante sexo.
Lali se sonrojó y sacudió la cabeza.
—Conoces mi experiencia, o falta de ella, con los hombres. No sabría
ni por dónde empezar.
—Oh, tengo un millón de diferentes escenarios en mente ahora mismo
sobre como vas a comenzar —dijo Candela, moviendo las cejas.
—¡Ew! —gritó Lali.
Candela echó a reír.
—Está bien, está bien, no te torturaré con más insinuaciones.
—Gracias.
—Pero —dijo Candela, levantando una mano—, solo si me prometes aceptar
la oferta de Peter.
Lali se pasó los dedos por el cabello en señal de frustración.
—Confía en mí, hay una voz muy insistente pero molesta en mi cabeza
que me dice que marche a su oficina en este mismo instante y le diga que sí.
Como si fuera que algún extraño trazo retorcido del destino lo hubiera hecho
aparecer cuando lo hizo anoche.
—Suena como la voz de la razón hablando contigo, y no podría estar más
de acuerdo con ella. Él se está ofreciendo para darte la experiencia de tu
vida, en más de un sentido. Quiero decir, si yo no hubiera estado enamorada de Vico
desde hace cinco años, consideraría dejar que Peter hiciera una jugada por mí.
Lali cruzó los brazos sobre su pecho.
—¿Oh, en serio?
—Sí —respondió Candela soñadoramente—. Es como te dije antes, él es
sexo andante. ¿Quién no querría experimentarlo al menos una vez en su vida?
—¿Así que lo que estás diciendo es que Vico no es sexo andante?
Cande se echó a reír.
—Vico es apenas sexo como una fina tira de trigo. Pero yo sembré un
poco de avena en mis tiempos, así que estoy totalmente satisfecha con lo que
tengo.—Ella se agachó para agarrar su tupper abandonado y cubiertos. Apuntando con
el tenedor hacia Lali, dijo—: Tú, en cambio, tienes una bolsa de avena que
necesita satisfacerse.
Lali rodó los ojos.
—Vamos a dejar mi avena fuera de esto, por favor.
—Vamos, La. ¿No tienes la más mínima curiosidad por lo que podría ser tener
sexo con él?
CONTINUARÁ ···> Domingo 25/05
Me encanto
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