CAPÍTULO 8
—Sí, en serio. También es bueno saber que el rechazo en público en la
fiesta de Navidad no se trataba solo de mí, sino más bien acerca de tus
creencias personales.
—Francamente, ¿podrías ser más egoísta? —respondió Lali, pero no podía
evitar reírse.
—Bromas aparte, puedo ver por qué quieres tener el bebé.
—Oh, ¿puedes?
Él asintió.
—Has tenido tanta muerte y perdida que quieres una pequeña vida en ti.
—Él le apretó su mano—. ¿Cierto?
Lali sorbió una respiración áspera mientras que las palabras de él
resonaban en ella. ¿Cómo era posible que alguien como Peter golpeara en el corazón
de sus emociones cuando incluso Cande a veces no entendía su profundo deseo de
la maternidad?
—Sí —murmuró.
—Entonces déjame darte esto. Déjame darte un bebé.
Ella luchó contra el impulso de pellizcarse con lo absurdo de la
situación. ¿Cómo había pasado de ser una ruina emocional en el baby shower a
tener un
hombre ofreciéndose a realizar sus sueños más salvajes? El lado
racional de su mente arremetió contra su corazón.
—¿Tienes alguna idea de lo loco que suena? ¡Ni siquiera te conozco!
¿Por qué, incluso, ofreces una parte de ti mismo a mí, de todas las personas?
—Ya te dije porque.
Lali inhaló frustrada.
—Así puedes dormir conmigo. ¿Esa es tu única motivación?
Él le dio una sonrisa ladeada.
—Subestimas inmensamente tu encanto y atractivo sexual.
—Si voy a comenzar a tomarte enserio, vas a tener que darme una mejor
razón que esa.
Peter se retorció un poco en su silla y aclaró su garganta antes de
responder.
—Bueno, hay otra razón…
CONTINUARÁ ···> Miércoles 21/05
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