CAPÍTULO 6
―Estoy hablando sobre ofrecerte mi ADN. Pablo dijo que te negaste a ir
a un banco de esperma, ya que podrías terminar teniendo al engendro de Satanás,
así que me imagino que yo sería un buen candidato.
Lali abrió mucho sus ojos, mientras el impacto ondeaba y rodaba
violentamente contra ella.
―No puedes estar hablando en serio.
―¿Sobre qué parte: yo siendo un donante o que soy mejor opción que el
engendro de Satanás? ―preguntó, con una sonrisa maliciosa.
―Ambas... pero sobre todo que quisieras ser mi donante de esperma.
―Sí, lo digo en serio.
―¿Tienes alguna idea de lo que implica ser un donante de esperma?―cuestionó.
Él le sonrió.
―Tengo una idea bastante buena.
Lali negó con la cabeza.
―¿Cómo puedes actuar de manera tan frívola al respecto? Es un gran
compromiso.
―Dame un respiro. Estamos hablando de una masturbada en un vaso de
plástico, no la donación de un órgano.
―Es un poco más que eso en realidad.
―Tuve algunos amigos que lo hicieron en la universidad. Nada demasiado
extenuante. ―Peter se encogió de hombros―. Además, no es como si yo estuviera
de acuerdo en casarme contigo y criar a un niño. Es solo un poco de ADN
compartido entre conocidos. Estoy seguro de que Pablo iba a firmar algo
diciendo que no estaba criando al niño, ¿verdad?
―Sí, estábamos hablado de un contrato cuando Gastón continuó con no
querer involucrado a Pablo.
―Apuesto a que soy un mejor candidato de lo que lo era Pablo.
―¿Y cómo es eso?
―Todo el mundo quiere un niño sano, inteligente y atractivo, ¿no?
Bueno, acabo de recibir un certificado de buena salud, con mi compañía física
anual. Mi familia no tiene antecedentes de enfermedades graves o enfermedades
mentales. Me gradué como el mejor de mi clase en la Universidad de Georgia, y tengo una Maestría en Administración de Negocios.
―Él le hizo un guiño a Lali―. Y creo que es seguro decir que traería algunos
genes de muy buen aspecto a la foto.
Ella lo miró con recelo.
―Pero ¿cuál es el truco? No te ofendas, además de que trabajamos en la
misma compañía, apenas te conozco. Y lo que sí sé no es muy halagador.
Independientemente de qué tan a la ligera lo estés tomando, ofrecer una parte
de tu esencia es un gran sacrificio por parte de alguien. Solo no puedo
imaginar que hagas algo tan desinteresado.
Peter extendió su mano sobre su corazón.
―Maldición, Lali, eso realmente me hiere. Quiero decir, acabo de poner
mi vida en la línea no hace menos de una hora cuando tú y Pablo estaban
peleando, y todavía tengo un pinchazo egoísta.
Ella puso los ojos.
―Solo responde la pregunta.
Sonrió.
―Bueno, bueno, tienes razón. Mis motivos no son totalmente
desinteresados.
―¡Lo sabía! ―resopló.
―Aquí está mi proposición. Me ofrezco a ser el padre de tu hijo, y tú,
a su vez, prometes concebirlo conmigo naturalmente.
El miedo irradió sobre ella, haciéndola estremecerse.
―¿Naturalmente? ¿Al igual que tú y yo… teniendo sexo?
CONTINUARÁ ···> Lunes, 19/05
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