jueves, 4 de septiembre de 2014

La Proposición: Capítulo 42

CAPÍTULO 42


Diez días después de su cena y velada con Peter, Lali se obligó a sí misma a tirar su libro de reglas por la ventana. Mensajes de textos diarios, correos electrónicos y llamadas telefónicas de Peter incluso hicieron a Candela una creyente en la resurrección de su potencial material de novio. Y ahora la fecha de su calendario con un círculo rojo le dijo que era tiempo de empezar la segunda ronda de hacer bebés.

Esta vez Peter insistió en que fuera a su casa. Los parámetros “todo negocios” de su acuerdo habían sido rotos, por lo que no tenía sentido la reunión en un hotel. Después de correr a casa para refrescarse, se dirigió a su casa.

Él abrió la puerta en bóxers y una camiseta.

—Lo siento, justo salí de la ducha.

—Sí, acabo de hacer lo mismo —respondió ella, mientras lo seguía a la casa.

Él le sonrió por encima del hombro.

—Deberías haberte duchado aquí, y podríamos haber matado dos pájaros de un tiro.

Lali rio.

—Supongo que estás en lo correcto.

—¿Tienes hambre?

—Un poco.

—Puedo pedir algo de comida china.

Lali fingió estar horrorizada.

—¿Quieres decir que no cocinaste para mí esta noche?

Peter se rio entre dientes.
—Lo siento, nena, esta noche no. El trabajo me ha estado pateando mi culo.

—¿El nuevo ascenso?

Él asintió con la cabeza.

—A pesar de que el dinero es fabuloso, estoy empezando a desear que hubiera dicho no.

Después de cavar en uno de sus cajones, sacó un menú y se lo entregó a Lali.

—Déjame saber lo que desees comer.

En vez de mirar las opciones de comida, Lali estaba perpleja acerca de lo que era diferente sobre Peter. Entonces se dio cuenta de lo que era.

—¿Bóxers? ¿Cuándo empezaste a usuarios?

Se apoyó contra la barra de la cocina.

—Bueno, hice un poco de investigación, y me enteré que los bóxers son mejores para las bolas y el recuento de esperma.

—Ya veo —respondió ella, luchando contra el rubor que se arrastraba por sus mejillas.

—Sí, el artículo dice que parece ayudar a los nadadores con su movilidad, y queremos el oro olímpico en esta ocasión.

Los latidos del corazón de Lali se aceleraron, y contuvo el aliento.

—Así que, ¿empezaste a usar bóxers para ayudarme a concebir?

—Sip. Y también leí que es mejor para almacenar los espermatozoides para hacerlos más potentes. —Él se apartó de la mesa y se puso frente a ella—. Así que me he mantenido fuera de cualquier actividad sexual que pudiera resultar en desperdiciar a los nadadores.

—Oh —murmuró.

—¿Estás sorprendida?

Ella asintió con la cabeza.

—Solo supuse que estabas viendo a alguien o…

—¿Follando a alguien? —Cuando Lali no respondió, Peter barrió el cabello de su cara y le acarició su mejilla—. No hay nadie más que tú, ni siquiera mi mano desde que te vi por última vez.

Sus ojos se abrieron cuando entendió su significado.

—Creo que han sido unos diez días muy largos, ¿eh?

Su expresión se convirtió en dolor.

—Francamente, estoy a punto de explotar.

Lali se echó a reír.

—Estoy realmente impresionada con lo serio que te lo estás tomando.

—Cada vez que intento hacer algo, tengo la intención de hacerlo bien y dar todo lo que tengo. Y eso incluye embarazarte.

Ella golpeó su brazo juguetonamente.

—Eres tan encantador.

Peter se rio.

—Déjame ver si no puedo encantar esas bragas tuyas en este momento.

—¿Qué pasa con la comida? —preguntó ella.

—Trabajaremos en un apetito —respondió él.

El menú revoloteó de sus manos y cayó al suelo.

—Me parece muy bien.


CONTINUARÁ...

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